miércoles, 30 de marzo de 2011

La historia del guisante alemán, parte 1


Éranse una vez dos guisantes alemanes, que vivían e Alemania, felices, dentro de una plantación de guisantes. Estos dos guisantes, a pesar de ser de distintas plantas, casi llegaban a tocarse desde sus vainas, y pronto se enamoraron, y como en toda historia de amor, fueron casualmente elegidos para perpetuar la cosecha, y pasaron largas noches de apasionado sexo guisantil.

Algún tiempo después, una nueva cosecha nacía en aquel campo alemán, con el fruto del amor de estos guisantes, pero en ese tiempo, oh! Desgracia, los guisantes nazis tomaban el poder en Alemania. Es algo que no habíamos mencionado, pero la guisante progenitora era judía (una guisante judía, que gracia), así que, por su seguridad, toda la planta emigró a España.

En casi todas las vainas aprendieron a hablar español, pero en la de nuestro protagonista, a quien llamaremos “Te mato sosio”, o “TMS” para abreviar, por tozudez y amor hacia sus raíces (otra vez, raíces, que gracia), continuaron hablando el idioma natal.

Pero así no se podían comunicar con el resto de la plantación, y tenían conversaciones como esta.

-Heute habe ich eine sehr sexy gelbe Erbsen gesprochen.

-Versuchen Sie, mit ihr zu reden, oder etwas, und wie Sie TriumphTopf.

-Es ist nicht Spanisch!

Y así avanzaba la vida de esta vaina tozuda y, por que no decirlo, un poco imbécil.

CONTINUARÁ.

2 comentarios:

  1. Si me preguntas en público nunca lo reconoceré, pero me he reído un rato con esta soplapollez.

    ResponderEliminar
  2. Que coño, me he reído y me he seguido riendo cuando he escuchado la canción. Es precioso.

    ResponderEliminar