Chris era un chaval normal, pero usaba gafas. Unas gafas enormes. Y vivía en Texas. Y no tenía sombrero, de modo que, además de estar desprotegido de los rayos del sol y las cagadas de los pájaros texanos, recibía burlas por todos sus compañeros montados a caballo.
Iba a la escuela, y desde sus espléndidas monturas sus compañeros le lanzaban cosas (todo tipo de cosas, desde cabezas de cerdo a colillas apagadas) hacia su desprotegida cabeza. Chris, al que a partir de ahora llamaremos John también contaba con un maravilloso corcel, pero ya era el objetivo de los demás, así que lo mismo habría dado que fuera a pie.
El caso es que pasados los años, le salieron granos, lo que tampoco viene a cuento, pero hay una cosa que si es importante, se compró un buen par de pistolas. Y de este modo, influenciado por las canciones de los Jonas Brothers, cierto día se armo de valor (y de las pistolas), y fue al colegio a matar a todos sus compañeros y profesores. Lo consiguió. Aunque se le manchó el caballo de sangre.
Como no dejó supervivientes, ahora John es una mujer libre, ya que se mudó a Europa para cambiarse de sexo. En estos momentos Johnina vive en Francia y esta felizmente casada con un Italiano que le compra un montón de preciosas pamelas.