viernes, 4 de marzo de 2011

Veo veo, mamoneo.


A esta hora en la que siempre me da el hambre, y con mis bellos planes de tarde amenazando con desplomarse por la lluvia, decido esperar un rato para vestirme, y con los huevos colgando escribo una entrada. Y esta vez con algo menos de cerveza en las venas que ayer.

Hoy estoy escuchando a Rosendo, a quien llevaba algún tiempo sin prestar atención, pero hoy si, ha llegado, pegaba. Ah, ya se porque. Ayer escuché por la tarde noche el tema "fuera de lugar", que me vino como anillo al dedo, y he vuelto a sentirme identificado con sus canciones.

Aparte. Antes de poner ese ultimo punto me quedaban 4444 caracteres por escribir, que guay. Ahora menos. Me distraigo con cualquier cosa. Y hoy, precisamente, estoy odiando mucho la lluvia.

Ayer estuve largo rato hablando del incondicional e irracional sentimiento que tengo hacia gran cantidad de personas. Se llama odio. Y es brutal. Porque es hacia demasiadas personas y, porque, para bien o para mal, lo expreso muy abiertamente cuando lo tengo. No me extrañe que luego la gente me mire mal, no me salude, y esas cosas, me dijeron. Pero no estoy tan mal así. Podría irme peor.

Vuelvo a darme cuenta de que escribo sin sentido. Así que lo dejo. A mamar.

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